Motivación y aprendizaje alrededor de un motor

Afirman que, entre otras muchas cosas, conocer a personas de otros cursos y otras carreras, con gustos comunes, es una de las ventajas de pertenecer al ICAI Speed Club (ISC), una asociación formada por algunos de los alumnos de Comillas ICAI, principalmente, y de Comillas ICADE. Ese gusto común del que hablan es el mundo de motor. Además de poder compartirlo con otros, desde el ISC se diseña, se construye y se testea un coche monoplaza al año y una moto de carreras cada dos años.

Marta Álvarez, alumna del grado de Ingeniería en Tecnologías Industriales, es la nueva presidenta de este club que comenzó a rodar en el año 2015. La pasión por el motor le viene desde pequeña. En su casa siempre se han visto los campeonatos de Fórmula Uno y Moto GP, así que cuando, en segundo de carrera, ella consideró que ya tenía una mínima base de conocimiento en Física y Cálculo, se unió al ISC. Ahora, dos años después, ha asumido la presidencia con el objetivo de sumergirse en un mundo distinto, el de la gestión. Durante los años que ha estado en el Speed Club, ha recogido una buena parte de conocimientos en la parte técnica, y con ello, una motivación extra para sus estudios. “Cuando te enfrentas a un motor, a una batería…a algo físico, te das cuenta de que todo eso que estás aprendiendo en clase lo puedes aplicar. También, esto te acerca a lo que puede ser tu futuro trabajo”, nos cuenta. Desde su nuevo cargo, y tras un par de años cacharreando en la parte técnica, ahora Marta se tendrá que centrar en la gestión y coordinación de equipos y en llevar el mensaje del ISC más allá de los laboratorios.

La fabricación completa de un monoplaza les lleva un año, dos años si se trata de la moto de carreras. Aunque pueden acceder al apoyo y a la asesoría de los profesores de Comillas ICAI, trabajan de forma muy autónoma. El objetivo es participar con estos vehículos eléctricos en el Fórmula Student y en el Moto Student, ambas competiciones universitarias, en las que tienen que demostrar sus conocimientos a través de una serie de pruebas que, por orden, se componen de una inspección técnica, unas pruebas estáticas y unas pruebas dinámicas. Este año, los miembros del Speed Club han competido en Fórmula Student tanto en Italia como en España. Están especialmente orgullosos de los resultados que han obtenido en el extranjero, y no es para menos, ya que compitieron en la prueba final. 

Todo este trabajo sería más complicado si no contase con el apoyo de empresas externas, entre las que se encuentran Iberdrola o Bankinter. Los estudiantes ofrecen a las empresas talento joven y  visibilidad a través de la publicidad que imprimen en sus vehículos. Para ellos, el apoyo de estos patrocinadores es esencial no sólo para poder hacer el desarrollo completo de los prototipos, si no para ir más allá y poder asumir nuevos retos técnicos.

Al aprendizaje y al mayor conocimiento del entorno universitario, se suma un aspecto que para Marta es clave y que tiene que ver con el autoconocimiento: “este tipo de cosas, te ayudan a conocerte mejor. Porque, por un lado, te ayudan a saber si realmente la parte técnica te gusta, si te gusta el mundo del motor. También te ayuda a saber cómo trabajas con la gente en un ámbito diferente al de clase, que es muy distinto. Te ves trabajando en un equipo con diez personas más. Al principio puedes equivocarte y no saber cómo gestionar algunas cosas. Creo que te ayuda a madurar un poco”.

El curso 2022-23 será de trabajo intenso para los miembros del ICAI Speed Club. El próximo año se celebrarán las dos competiciones y, por lo tanto, tendrán que trabajar en los dos prototipos. Otro año más de aprendizaje, de gestión del tiempo, de trabajo en equipo y de motivación para los futuros ingenieros de Comillas ICAI.