Una inmersión emprendedora

“Esto es más difícil de lo que pensaba” fue una de las frases más repetidas durante la séptima edición del Startup Picnic Comillas, celebrado en el espacio colaborativo de Alberto Aguilera, 32, y en la que participaron treinta estudiantes. Una auténtica inmersión emprendedora en la que los participantes se pusieron en la piel de un verdadero emprendedor.

De la mano de un experto en diseño estratégico, Nacho Díaz de Argandoña, las pasiones/intereses de los asistentes fueron el punto de partida para proyectar un verdadero negocio. Para ello tuvieron que convencer y formar un equipo, identificar quienes son los agentes que se verán impactados por su idea asegurándose de que todos “ganan” y, fundamental, poner el foco de sus miradas en el usuario, moviéndose en el terreno de las hipótesis e iterando para mejorar sus ideas.

Durante el encuentro se puso de manifiesto que diseñar un negocio es una labor tremendamente complicada porque su éxito depende de gran cantidad de factores incontrolables y, muchas veces, desconocidos. Para afrontar estos obstáculos, y tener pruebas suficientes que justifiquen el lanzamiento de algo nuevo, se utilizan metodologías de Design Thinking que minimizan el riesgo y el uso de los recursos necesarios.