OpenAI diseña su chip de IA: soberanía o dependencia
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OpenAI ha iniciado el desarrollo de su primer chip de inteligencia artificial personalizado, codiseñado con Broadcom, con producción masiva prevista para 2026. Este paso estratégico busca reducir su dependencia de Nvidia, al tiempo que fortalece su capacidad para escalar el entrenamiento y despliegue de modelos avanzados como GPT‑5.
La producción interna de hardware marca un cambio de paradigma estructural: OpenAI transita de consumidor de chips generalizados a arquitecto de su propia infraestructura tecnológica. Siguiendo la estela de gigantes como Google, Amazon o Meta, busca asegurar un grado superior de autonomía computacional y eficiencia operativa.
Desde una perspectiva legal y regulatoria, esta iniciativa redefine la gobernanza del ecosistema global de IA. La concentración de capacidad de cómputo en manos de un grupo reducido de actores acentúa las asimetrías de poder, plantea desafíos para la competencia equitativa y exige una revisión de la supervisión ética y tecnológica en el mercado.
La autonomía en el diseño de chips ya no es solo una cuestión técnica, sino un factor clave en la gobernanza del futuro de la inteligencia artificial.
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