III Sesión de la IV edición del Seminario Migraciones y Refugio

El pasado jueves 30 de enero tuvo lugar la III Sesión de la IV edición del Seminario Migraciones y Refugio que se realiza desde la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones. En esta ocasión la ponencia versó sobre Migraciones y Diversidad Religiosa. Para ello, contamos con la presencia de Miriam Díez, licenciada en Estudios Eclesiásticos por la Facultad de Teología de Cataluña y en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona; doctora en Ciencias Sociales por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Actualmente, es directora del Observatorio Blanquerna de Comunicación, Religión y Cultura y vicedecana de Investigación, Postgrados, Doctorado y Relaciones Internacionales de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universidad Ramon Llull, donde es profesora de Teoría de la Comunicación; y Albert Mora, sociólogo y trabajador social, doctor en Sociología por la Universitat de València. Actualmente es profesor del Departamento de Sociología y Antropología Social e investigador del Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de València. Nos acompañó como moderador de la sesión nuestro compañero José Manuel Aparicio. 

El seminario comenzó con un marco teórico de conceptos a tener en cuenta a la hora de tratar esta materia, seguido de un análisis a base de ejemplos de la diversidad de religiones y el rol que juegan para el colectivo migrante. Ambos ponentes destacan el importante papel que tiene la religión para el colectivo de inmigrantes. Esta es como un “asa” a la que el inmigrante se agarra para no perder su identidad grupal, pudiendo ser por tanto entendida también como “casa”. Es la herramienta que le aporta seguridad frente a la hostilidad que, en ocasiones, muestra la sociedad receptora, según señaló la doctora Díez. Por este motivo, en muchas ocasiones se problematiza el ejercicio de libertad religiosa, enfrentando actitudes intolerantes en el momento en que estas minorías quieren acceder a un espacio público para su práctica. Un ejemplo de ello es el islam, confesión estigmatizada socialmente por su visibilidad en el espacio público, quedando a su vez desplazada en muchas instituciones educativas.

Finalmente, los ponentes recapitularon todo lo debatido englobando una serie de recomendaciones, de forma que es fundamental no considerar la diversidad religiosa como una amenaza para la sociedad, sino como una forma de contribuir a ella. Además, es necesario fomentar la interculturalidad, así como la creación de un marco normativo y político que fortalezca la integración de los inmigrantes en la sociedad receptora. “La cultura no se entiende sin la religión”, tal y como señaló el doctor Mora.