Un proyecto para imaginar Europa desde la educación y la tecnología
¿Cómo imaginamos Europa en un mundo cada vez más conectado y digital? Con esta pregunta como punto de partida, Comillas se sumó a la iniciativa (A)Imagining Europe, enmarcada en la alianza EUPeace, que busca repensar la idea de Europa a través de reflexión académica, creatividad visual y colaboración internacional.
El proyecto combinó pensamiento crítico, tecnología y diálogo intercultural en un formato innovador: seminarios sobre la construcción histórica y simbólica de Europa, trabajo creativo con herramientas de inteligencia artificial generativa y una fase de cooperación internacional con estudiantes de universidades europeas.
La voz del equipo docente
El proyecto estuvo coordinado por Juan Esteban Rodríguez Garrido, Olga Martín Carrasquilla y Birgit Strotmann. Juan Esteban y Olga pertenecen al Departamento de Educación, Métodos de Investigación y Evaluación de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, donde imparten Didácticas de las Ciencias Experimentales y Sociales en los grados de Educación y CAFyD. Birgit Strotmann forma parte del Departamento de Traducción e Interpretación y Comunicación Multilingüe.
Olga Martín Carrasquilla es especialista en educación STEM, metodologías activas e interdisciplinariedad, y nos explica:
"Nos motivaba especialmente la oportunidad de ver cómo los estudiantes imaginan Europa y qué ideas aparecen cuando combinan pensamiento crítico, creatividad y tecnología. El marco de EUPeace nos parecía ideal para fomentar el diálogo intercultural, algo clave en la formación de futuros docentes.”
"La experiencia ha sido muy enriquecedora. Los estudiantes han comprendido que la IA no solo “produce” imágenes, sino que interpreta y prioriza elementos según la forma en que se formulen los prompts. Esto les ha ayudado a trabajar con una mirada más crítica y reflexiva.”
Retos y aprendizajes
Entre los retos, los docentes señalan la coordinación con universidades con calendarios distintos y la comunicación asíncrona entre estudiantes. Pero los aprendizajes han sido significativos: pensamiento crítico sobre Europa, competencia digital en el uso de IA generativa y comunicación intercultural con estudiantes de Mostar, Giessen y Marburgo.
La experiencia estudiantil: más allá de las imágenes
Una estudiante de 5º del Doble Grado en Educación Infantil y Primaria comparte:
“Decidí participar porque nuestros profesores nos animaron a hacerlo y porque me interesaba trabajar con estudiantes de otros países. Me parecía una buena oportunidad para ver cómo otras personas entienden Europa y comparar nuestras ideas.”
Sobre el trabajo con IA:
"Pensaba que era escribir un par de palabras y listo, pero no: hay que probar, cambiar cosas y pensar muy bien lo que pides. Aprendí que la IA interpreta lo que tú dices y que a veces muestra cosas que no te esperas."
Sobre la interacción internacional:
"Me ha ayudado a ver que Europa no es igual para todo el mundo. También me hizo pensar más sobre temas como identidad, diversidad o qué significa sentirse parte de Europa."
Diferencias y similitudes:
"Las principales diferencias tenían que ver con cómo cada uno ve Europa según su país y su experiencia. Pero también encontramos muchas similitudes: todos teníamos ganas de entendernos y de compartir ideas."
Impacto personal:
"Me sorprendió lo fácil que fue conectar con estudiantes de otros países y lo diferentes que podían ser nuestras imágenes de Europa. También me sorprendió lo rápido que la IA genera cosas que te hacen pensar."
Mirando al futuro
El equipo docente coincide en que la IA puede enriquecer la educación cívica: ayuda a los estudiantes a visualizar ideas complejas y a generar debates más interesantes. Además, aporta creatividad y nuevas formas de expresarse.
Pero no todo son ventajas. También hay riesgos: la IA puede reproducir sesgos, simplificar realidades o crear imágenes estereotipadas. Por eso es clave trabajarla con una mirada crítica y ética, tal y como se ha hecho en esta experiencia, para que no se convierta en una herramienta que refuerce prejuicios en lugar de abrir perspectivas.
Los estudiantes coincidieron en que recomendarían la actividad porque les pareció una experiencia distinta, que les permitió aprender cosas que no se abordan en las asignaturas habituales y que les abrió mucho la mente.