drag

Primeras aplicaciones tecnológicas cuánticas: transistor, láser y resonancia magnética nuclear (RMN)


Bardeen_Shockley_Brattain_1948.jpeg

Las primeras aplicaciones tecnológicas de la física cuántica transformaron profundamente la ciencia y la vida cotidiana. El transistor, el láser y la resonancia magnética son hitos que ilustran cómo una teoría inicialmente abstracta sobre el comportamiento de la materia y la radiación derivó en innovaciones decisivas para la modernidad.

El transistor, creado a fines de la década de 1940 por John Bardeen, Walter Brattain y William Shockley en los laboratorios Bell, marcó el inicio de la revolución electrónica. Basado en la comprensión cuántica de los semiconductores, permitió sustituir las voluminosas válvulas de vacío por dispositivos más pequeños, fiables y de bajo consumo. Gracias a él fue posible miniaturizar los circuitos, dando origen a la informática moderna y a los innumerables aparatos electrónicos que definen la vida contemporánea.

Bardeen_Shockley_Brattain_1948.jpeg
Esquema de un láser que muestra su estructura interna y los componentes principales.

El láser, desarrollado en 1960 por Theodore Maiman a partir de la emisión estimulada de radiación teorizada por Einstein, se convirtió pronto en una herramienta versátil. 

Su capacidad de generar una luz coherente y precisa abrió campos de aplicación en la medicina (cirugía ocular, dermatología), las telecomunicaciones (fibra óptica), la industria y la investigación científica. Con el láser, la física cuántica pasó del laboratorio a los usos más visibles de la sociedad tecnológica.

Isidor Rabi.jpeg

La resonancia magnética nuclear (RMN), base de la actual imagen por resonancia magnética (IRM) ejemplifica la confluencia entre ciencia básica y medicina. Desde los experimentos de Isidor Rabi en 1938 hasta la adaptación clínica en los años setenta, esta técnica permite visualizar con gran resolución los tejidos blandos sin recurrir a radiación ionizante. Fundamentada en los principios cuánticos del espín y las interacciones entre energía y campo magnético, revolucionó el diagnóstico neurológico, oncológico y cardiovascular.


Estas realizaciones —el transistor, el láser y la resonancia magnética— muestran cómo la física cuántica, al explicar fenómenos como la superposición, el entrelazamiento y la cuantización de la energía, dio lugar a dispositivos que aumentaron la precisión, la eficiencia y las posibilidades de la ciencia moderna.

Isidor Rabi.jpeg

---

First quantum technological applications: transistor, laser, and nuclear magnetic resonance (NMR)

The first technological applications of quantum physics profoundly transformed both science and everyday life. The transistor, the laser, and magnetic resonance are milestones that illustrate how a theory initially abstract in its study of matter and radiation evolved into decisive innovations for modernity.

The transistor, created in the late 1940s by John Bardeen, Walter Brattain, and William Shockley at Bell Laboratories, marked the beginning of the electronic revolution. Based on the quantum understanding of semiconductors, it made it possible to replace bulky vacuum tubes with smaller, more reliable, and energy-efficient devices. Thanks to this invention, circuits could be miniaturized, giving rise to modern computing and the countless electronic devices that define contemporary life.

The laser, developed in 1960 by Theodore Maiman from Einstein’s theory of stimulated emission of radiation, quickly became a versatile tool. Its ability to generate coherent and precise light opened fields of application in medicine (eye surgery, dermatology), telecommunications (fiber optics), industry, and scientific research. With the laser, quantum physics moved from the laboratory to some of the most visible uses of technological society.

Nuclear magnetic resonance (NMR), the basis of today’s magnetic resonance imaging (MRI), exemplifies the convergence between basic science and medicine. From Isidor Rabi’s 1938 experiments to its clinical adaptation in the 1970s, this technique has made it possible to visualize soft tissues with great resolution without using ionizing radiation. Grounded in the quantum principles of spin and the interactions between energy and magnetic fields, it revolutionized neurological, oncological, and cardiovascular diagnosis.

These achievements—the transistor, the laser, and magnetic resonance—demonstrate how quantum physics, by explaining phenomena such as superposition, entanglement, and energy quantization, gave rise to devices that enhanced the precision, efficiency, and potential of modern science.