Libros Sagrados
Desde los albores de la humanidad, la escritura ha sido un puente entre lo terrenal y lo divino. A través de ella, las diferentes tradiciones religiosas han plasmado su sabiduría, revelaciones y principios, otorgando a ciertos textos un carácter sagrado. Estos libros no solo transmiten doctrinas y normas, sino que son también expresión de una búsqueda espiritual que atraviesa los siglos y las culturas.
En esta exposición, presentamos los textos sagrados de cinco grandes tradiciones religiosas, cada uno con su propia historia, significado y mensaje.
La Biblia (Cristianismo): Es el libro sagrado del cristianismo, compuesto por el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. En ella se encuentran los relatos de la creación, la historia del pueblo de Israel, la vida y enseñanzas de Jesús, y la misión de sus seguidores. Es fuente de fe, inspiración y guía para millones de personas en todo el mundo.
La palabra Biblia viene de βιβλίον en griego, que significa libro. El Antiguo Testamento hace referencia a la historia del Pueblo de Israel desde la creación hasta antes de la venida de Jesús; está dividido en el Pentateuco (los 5 primeros libros), los Históricos, los Proféticos y los Poéticos. El Nuevo Testamento cuenta de 66 libros entre los que se encuentran los cuatro Evangelios (San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan), los Hechos de los Apóstoles, las Cartas y el Apocalipsis.
La Biblia, al ser una recopilación de varios libros escritos en diferentes momentos históricos cuenta con varias versiones, la versión católica cuenta con 73 libros, 46 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo, mientras que las Biblias protestantes suelen tener 66 libros, dejando por fuera 7 libros del Antiguo Testamento, los llamados Deuterocanónicos.
La Torá (Judaísmo): Corresponde a los cinco primeros libros de la Biblia hebrea y constituye el núcleo de la tradición judía. Contiene la historia fundacional del pueblo de Israel, así como la Ley revelada por Dios a Moisés en el monte Sinaí, siendo un texto esencial para la identidad y práctica religiosa del judaísmo.
La Torá está formada por los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio que tratan no solo del origen de los israelitas sino de todo el mundo. La palabra hebrea “Torá” significa enseñanza, instrucción o ley, de manera que en sus libros se recogen las enseñanzas de Dios al Pueblo de Israel. La Torá no debe confundirse con otros libros hebreos de gran importancia para el culto religioso, como el Talmud, el Tanaj o la Mishná.
El Corán (Islam): Es el libro sagrado del islam, considerado por los musulmanes como la palabra de Dios revelada al profeta Mahoma a través del arcángel Gabriel. Escrito en árabe, el Corán abarca enseñanzas sobre la fe, la moral, la justicia y la vida en comunidad.
El Corán está formado por 114 capítulos, llamados “suras” que tienen una longitud variable, que a su vez se dividen en versículos llamados “ayat”. En total, el Corán tiene 6.236 ayat. Cada parte del Corán tiene un propósito y un significado específicos en la vida espiritual y religiosa de los musulmanes. La Al-Fatiha o primera sura del Corán también conocida como “La apertura” se recita en cada ciclo de la oración islámica (salat).
El Bhagavad-gītā (Hinduismo): Es un diálogo filosófico y espiritual dentro del Mahabharata, una de las grandes epopeyas hindúes. En él, el dios Krishna instruye al guerreo Arjuna sobre el deber, la devoción y el camino hacia la liberación espiritual.
Este libro cuyo nombre significa La canción de Dios es el texto sagrado hindú por excelencia que contiene enseñanzas filosóficas y espirituales. Se compone de 700 estrofas escritas en sánscrito en el que se combinan conceptos expresados en los textos fundamentales del hinduismo, los Vedas y los Upanishads, y los sintetiza en una visión única y coherente de creencia en un solo Dios y en la unidad subyacente de toda la existencia.
El Tipitaka (Budismo): Es la recopilación de las enseñanzas de Buda y constituye el fundamento del budismo Theravāda. Se divide en tres grandes secciones, denominadas pitaka, que significa “cesta” o “canasta”, en referencia a los recipientes donde se guardaban los manuscritos escritos en hojas de palma. Por esta razón, el canon es conocido tradicionalmente como Tripiṭaka (“tres cestas”):
Vinaya Pitaka (“Cesta de la disciplina”): trata sobre las normas y la vida disciplinaria de la sangha (la comunidad budista). Sutta Pitaka (“Cesta de los discursos”): contiene sermones y enseñanzas atribuidas al Buda, así como poesía religiosa. Abhidhamma Pitaka (“Cesta del conocimiento superior”): reúne tratados filosóficos que desarrollan las doctrinas budistas, especialmente sobre la mente y la realidad.
Aunque el canon fue transcrito hace unos dos mil años, su origen oral sigue presente en la práctica budista: la memorización y la recitación continúan siendo formas comunes de estudio y transmisión.
Estos textos más que simples libros, son testimonios de fe, tradición y trascendencia. A través de ellos, generaciones han encontrado guía, consuelo y sentido, recordándonos el poder de la palabra escrita para conectar lo humano con lo sagrado.