Siendo coherentes con la identidad y las funciones del/de la teólogo/a, su formación académica debe integrar tanto aspectos conceptuales como un conjunto de competencias y capacidades teórico/prácticas que articularemos en tres niveles:
Competencias Cognitivas (saber)
A la luz de lo establecido por la Sapientia cristiana, el/la egresado/a dispone de un amplio bagaje de conocimientos sobre las disciplinas que configuran la base epistemológica de la teología (tanto contenidos generales como aquellos que forman parte de las distintas áreas de especialización).
Áreas de Conocimiento: Filosofía, Teología Fundamental, Sagrada Escritura, Teología Sistemática, Liturgia y Sacramentos, Patrología e Historia de la Iglesia, Teología Moral, Teología Espiritual, Teología Pastoral y Derecho Canónico.
Posee un conocimiento básico de la filosofía (bienio filosófico) que le permite el acceso a la teología como reflexión racional sobre la fe.
Ha adquirido el suficiente dominio de las áreas fundamentales de la teología, anteriormente indicadas, para dar razón y fundamentar las afirmaciones de la confesión de fe de la comunidad cristiana católica, apoyándose tanto en la Sagrada Escritura y el Magisterio, como en los grandes teólogos de la tradición cristiana hasta la actualidad.
Posee un conocimiento diversificado sobre el hecho religioso del pasado y del presente (historia y fenomenología de la religión).
Conoce en sus líneas más básicas los diversos métodos científicos de interpretación escriturística y teológica.
Maneja los principios clave para plantear correctamente el discernimiento de problemas morales en una sociedad pluralista, y poder ofrecer en este debate la propuesta cristiana.
Posee la competencia suficiente para la lectura y comprensión de textos teológicos elaborados a lo largo de XX siglos de historia.
Está en posesión de una síntesis personalizada de las principales afirmaciones de la fe y es capaz de dar cuenta de ellas de un modo organizado, sistemático y razonado, y de situarlas en el contexto histórico eclesial en el que se forjaron.
Posee los conocimientos litúrgicos y pastorales necesarios para el desempeno de las tareas y ministerios propios de esta titulación.
Competencias procedimentales (saber hacer)
La formación del/la egresado/a en Teología asegura la adquisición de competencias relacionadas con el saber hacer, es decir, con la adquisición de procedimientos y estrategias necesarias para el desarrollo de las funciones propias del teólogo/a en los distintos ámbitos en los que ejerza su “profesión”.
Está capacitado/a para dar razón de forma oral o escrita de la síntesis teológica adquirida durante el tiempo de su formación.
Identifica el contexto social como el lugar teológico desde el cual realiza su reflexión sobre la fe cristiana y construye experiencias evangelizadoras, siendo capaz de captar las diferentes particularidades de los diversos entornos socioculturales y de las diferentes personas, y de adaptar y comunicar en ellos el mensaje cristiano.
Integra creativamente los datos de la Sagrada Escritura, la tradición y el magisterio eclesial en el quehacer teológico, siendo capaz de contextualizarlos y traducirlos a las diversas situaciones sociales y culturales en las que se encuentra, así como de impartir una conferencia o redactar un escrito sobre un problema actual de la vida cristiana.
Es capaz de traducir en prácticas pastorales y pedagógicas los conocimientos y métodos de interpretación escriturística, histórica, canónica y teológica adquiridos.
Posee las habilidades y estrategias básicas de comunicación y de orientación, ayuda, resolución de problemas morales y conflictos que se plantean en el ámbito eclesial, religioso, matrimonial, social, afectivo-sexual, bioético.
Posee la capacidad de analizar, argumentar y organizar una información adecuada sobre los principales dogmas o verdades cristianas, de forma crítica y relevante.
Está capacitado para trabajar en grupo, intercambiando pareceres y participando en discusiones y colaborando con otros en tareas pastorales, litúrgicas y sociales.
Posee habilidades para desempenar tareas de liderazgo comunitario y acompanamiento espiritual.
Competencias Actitudinales (saber ser)
El/la egresado/a en Teología conoce y hace desde un determinado saber ser, es decir desde la base de unos valores y actitudes que impregnan su conocimiento y quehacer “profesional”.
“Siente con la Iglesia” y está dispuesto a comprometerse en fidelidad con ella en las tareas en las que desarrolla sus competencias profesionales.
Vive de modo integrado los contenidos de fe que profesa tanto en su vida personal como en su actividad en la Iglesia, testimoniándolos.
Trasparenta en sus tareas una especial preocupación por el desarrollo de la justicia en el amor.
Es capaz de transmitir y generar la esperanza que nace de la fe en su mundo y su cultura.
El respeto y la búsqueda de relaciones fraternas caracterizan su modo de expresarse y relacionarse, su manera de trasmitir el sentido y el valor de su fe, y la forma de encontrarse y dialogar con otras religiones y sistemas de valores.
Poseedor/a de los principios clave para plantear correctamente los problemas morales en una sociedad pluralista es capaz de ofrecer en ese debate la propuesta cristiana sin imposiciones pero tampoco sin olvidos, desde una actitud dialogante, de escucha y respeto del otro.