La última protesta en el madrileño CIE de Aluche se suma a las que se han producido estos últimos meses en otros centros de detención de inmigrantes, con intentos de fuga incluidos. Un fenómeno enquistado desde hace años en nuestro país, sin soluciones reales. La Iglesia acompaña… y denuncia.
Un clamor, por ahora, que se pierde en el desierto.