La trata de Seres Humanos y en concreto la que tiene fines de explotación sexual, es un hecho social en el que está implicada la perspectiva de género porque son las mujeres y las niñas las que en mayoría de los casos son engañadas, coaccionadas y maltratadas para mantener relaciones sexuales contra su voluntad, lo cual supone una violación muy grave de los derechos humanos y un atentado contra la dignidad e integridad de estas personas. Es un fenómeno social que debe ser extinguido en todas las sociedades, pero especialmente en las que se llaman avanzadas, que son las que disponen de mayores recursos y medios para hacerlo. Para tener éxito en esa labor será necesaria la cooperación nacional e internacional de todas las instituciones y la implicación de la sociedad.